miércoles, 23 de abril de 2008

La rigidez del BCE impulsa el Euríbor diario al nivel máximo en siete años

LUIS DONCEL - Madrid
Las palabras de Jean Claude Trichet retumbarán en los bolsillos de los que tengan que renovar su hipoteca el próximo mes. No bastaban las tensiones financieras internacionales, que mantienen el Euríbor extraordinariamente inflado. Ha tenido que ser el presidente del Banco Central Europeo (BCE) el que termine de dar un empujón al índice al que están ligados la gran mayoría de créditos.
Con su insistencia en que la inflación es su prioridad máxima (frase que se puede traducir como: "Ni hablar de bajar los tipos de interés"), Trichet alejó la posibilidad de que el Euríbor se acerque al 4% en el que llevan instalados desde junio del año pasado los tipos de interés oficiales.
El Euríbor diario alcanzó ayer el 4,933%, su cota máxima desde diciembre de 2000. En la última semana ya era evidente que el índice hipotecario -que se calcula con la media aritmética del Euríbor de cada día- aumentaría en abril por segundo mes consecutivo. Pero el dato de ayer confirma que este repunte va a ser importante. Porque, a falta de los cinco días hábiles que quedan hasta mayo, que podrán variar algo el porcentaje final, el índice hipotecario cerrará este mes en torno al 4,9%, frente al 4,59% de marzo.
El efecto de esta subida es que las familias con una hipoteca media (de 150.000 euros pagaderos en 25 años y con un diferencial del 0,5%) que tengan que renovar el próximo mes se encontrarán con una factura de unos 903 euros mensuales, casi 50 más de lo que han pagado en el último año.
Pablo Guijarro, de Analistas Financieros Internacionales, (AFI) achaca el ascenso imparable de este índice al encarecimiento de las materias primas y al discurso del BCE. La crisis financiera ha provocado que los bancos no se fíen unos de otros para prestarse dinero, lo que ha disparado el Euríbor en los últimos meses, con la excepción de enero y febrero. "Pero a esta situación se ha unido ahora que los inversores descartan una bajada de los tipos de interés oficiales por parte del BCE. Éste es el elemento nuevo que ha hecho que el Euríbor haya crecido tanto en los últimos días", explica Guijarro.
No es sólo que el guardián del euro se muestre reacio a bajar los tipos de interés, sino que algunas voces aseguran que podría tomar la decisión contraria. Es lo que dijo la semana pasada Axel Weber, presidente del Bundesbank, el banco central alemán. Weber anticipó que pretende calcular si los tipos actuales son suficientes para contener la inflación. Y, según afirmó, considerando que el alza de los precios ha superado las previsiones, el BCE está más próximo a subir los tipos que a bajarlos.
El analista de AFI considera que el Euríbor tenderá a acercarse a lo largo de este año al 4,5% si las tensiones de liquidez continúan; y al 4,3% si los mercados interbancarios retoman la estabilidad. "Pero esta segunda posibilidad es mucho menos probable", concede.
José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, comparte la opinión del experto de AFI. "Los inversores esperaban que el BCE acometiera entre dos y tres bajadas este año; y ahora creen que, si acaso, la rebaja no se producirá hasta principios del año que viene", asegura.
Díez también destaca el escaso efecto que han tenido las medidas aprobadas por distintos bancos centrales para solucionar las tensiones interbancarias. "Las inyecciones de liquidez decididas por Inglaterra y Europa tampoco han ayudado a que se relaje el Euríbor", añade.
El analista de Intermoney apunta que la rigidez de Trichet ha contribuido a la apreciación de la moneda común europea frente al dólar. "Como el euro es ahora mucho más fuerte, el mercado espera un diferencial de intereses mayor", explica.
Precisamente ayer, después de traspasar por primera vez desde su nacimiento en 1999 la barrera de los 1,6 dólares, el euro retrocedió ligeramente. La moneda común bajó ligeramente al comenzar la negociación del mercado de divisas de Francfort, quedándose por debajo de los 1,6 dólares.
El petróleo sí que alcanzó ayer su máximo, al llegar el barril de Brent a 116.5 dólares. En lo que va de año, el crudo acumula una subida del 24%. Con estos mimbres -los precios del petróleo y de las materias primas disparados- es difícil que el Banco Central Europeo se pliegue a las peticiones de que rebaje los tipos de interés.
Así las cosas, sería conveniente que las familias hipotecadas se vayan preparando para recibir noticias desagradables de su banco en los próximos meses, cuando les toque renovar su crédito.
EL PAÍS, Jueves 24 de abril de 2008

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