martes, 22 de abril de 2008

Detectadas hormonas peligrosas en otros dos adelgazantes

ÁLVARO DE CÓZAR - Madrid -
Aquellos charlatanes del viejo Oeste dedicados a la venta ambulante de productos milagrosos mediante la superchería y la facilidad de palabra se han convertido hoy en grupos que usan complicados entramados empresariales y una publicidad masiva para vender sus mensajes: "Así puede perder 20 kilos o más", "Perdí tantos kilos, que mi marido llegó a decirme: 'Para, ya es suficiente", "Pierda 18 kilos en menos de dos meses sin hacer dietas".
Jueces, Guardia Civil y la asociación de consumidores Facua, han abierto un frente contra este tipo de productos en los últimos meses. Los análisis de laboratorio encargados por la asociación y entregados a la Guardia Civil han demostrado que dos productos de la empresa Auramail llamados Tropex Light y Detoxykall, que se venden como adelgazantes por correo, contienen altas concentraciones de hormonas perjudiciales para la salud. Estas hormonas (triyodotironina libre, tiroxina libre, testosterona, progesterona, beta-estradiol) aumentan la frecuencia cardiaca y pueden causar taquicardias, insomnio, nerviosismo e incluso temblor en las piernas.
Hasta ahora, las denuncias contra este tipo de empresas se ceñían a la publicidad engañosa que utilizaban. La vía que encontraban las empresas para escapar de esas denuncias era sencilla: cambiaban el nombre del producto y seguían comercializándolo. "En los pocos casos en los que eran sancionadas, la cuantía de la multa era tan ridícula, que lo más que llegaban a hacer estas empresas era cambiar su nombre o el de los productos que comercializaban", señala Rubén Sánchez, portavoz de Facua. Pero los análisis de laboratorio han abierto la posibilidad de denunciar a las compañías y a sus miembros por un delito contra la salud pública.
Aun así, los investigadores se encuentran con un problema. El entramado de empresas se expande por varios países y los productos se venden por correo, por lo que resulta difícil realizar detenciones, detectar quiénes los fabrican y dónde se encuentran sus almacenes de distribución. A finales de 2007, la Guardia Civil desmanteló la empresa Nutra Life por vender este tipo de productos milagro. En aquella ocasión, los agentes localizaron los almacenes y detuvieron a siete personas ahora imputadas. En el caso de Auramail, la distribuidora de los productos Tropex Light y Detoxykall, lo único que se ha llegado a esclarecer es su relación con un apartado de correos en Badajoz desde donde se envían supuestamente los productos a los domicilios de los clientes. El Juzgado número 1 de Badajoz, donde se pusieron las primeras denuncias sigue la pista a estos y otros productos de Auramail.
Según Facua, el rastro lleva a las ciudades portuguesas de Cascais y Estoril, donde podría existir alguna sede de la empresa. Moisés Vos, jefe de la Sección de Consumo de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, explica que este tipo de redes actúan aprovechándose de la vulnerabilidad de los consumidores que muerden el cebo de la publicidad. "El modus operandi es siempre el mismo: ofertar, ofertar y ofertar", señala Vos.
El secreto de su éxito es la publicidad. Nutra Life, por ejemplo, llegó a facturar dos millones de euros durante 2007 con 39.000 envíos. Dado el control que existe sobre las empresas de medicamentos, las compañías de productos milagro suelen enmascararse en el Registro Mercantil como entidades dedicadas a la venta de productos alimenticios.
La Guardia Civil ha comprobado que, en ocasiones, el producto no se llega a fabricar hasta que existe la demanda. Es decir, se publica un anuncio en prensa o radio y se da un número de teléfono. Si la cosa funciona y la gente llama, entonces se fabrica el fármaco rápidamente en un laboratorio y se envía a domicilio.
Los agentes de la Guardia Civil no están seguros de que exista una trama empresarial a escala global y señalan que podría tratarse de una forma de actuar que tiene éxito y que es copiada por diferentes empresas.
Lo cierto es que los nombres de los productos van cambiando con el tiempo y dependiendo del país donde se comercialice. Por ejemplo, Auramail es el nombre que la empresa utiliza para el mercado nacional y portugués. La misma empresa se convierte en Bio Life para el mercado alemán y austriaco, según su propia página web. Algunos de sus productos cambiaron también de nombre tras las denuncias de publicidad engañosa: Algoxyll pasó a llamarse Xylokal. Este periódico trató de ponerse en contacto ayer con un representante de Auramail llamando a los teléfonos que aparecen en su página web. Una voz con acento latinoamericano respondió: "Yo sólo tomo los pedidos. No sé quién me los envía. Yo le tomo a usted nota y ya está".
Un informe de Facua señala que tras una lista de 16 empresas que anuncian de forma fraudulenta productos para adelgazar se esconde en realidad el mismo grupo empresarial con conexiones en más de 10 países de Europa, Estados Unidos, Asia y Oceanía. Auramail es sólo el nombre de una de esas empresas que vende sus productos a 39, 69 y 89 euros, según se solicite uno, dos o tres botes del producto en cuestión. El más reciente en el mercado se llama Keiko Slim. La organización de consumidores lamenta que la Administración no actúe de oficio contra este tipo de productos: "Llevamos años denunciándolos. Las sanciones son ridículas y son casi una invitación indirecta a seguir estafando porque las empresas perciben que no pasa nada. Esperemos que con la demostración de que son fármacos clandestinos y peligrosos, las autoridades lo consideren a partir de ahora un tema prioritario", denuncia Rubén Sánchez.

21 productos
- 16 empresas. La asociación de consumidores Facua ha establecido una lista de 21 productos relacionados que venden unas 16 empresas en países de Estados Unidos, Europa, Asia y Oceanía. Son los siguientes: Detoxykall, Tropexlight, Cinialb, Slimball, Cir 2000, Kik 2000, Soluba, Osyba, Moldena, Ok-Slim, Eph200, Equiba, Ephidril 600, Herbaxoll, Basolab, Algoxyl 500, Xylokall 900, Destilado de 19 plantas y Removyl.
- Análisis. De t0dos ellos, Facua ha analizado dos: Detoxykall y Tropexlight. Ambos contienen altas concentraciones de hormonas peligrosas para la salud: aumentan la frecuencia cardiaca y pueden causar taquicardias, insomnio, nerviosismo e incluso temblor en las piernas. Y, además, no adelgazan.
- Publicidad.Suelen venderse a unos 40 euros el frasco y prometen pérdidas de peso milagrosas en pocos días.


Temblor, palpitaciones, taquicardias

EMILIO DE BENITO
Las hormonas encontradas en los supuestos adelgazantes Tropex Light y Detoxykall son un cóctel que "en ningún caso está indicado para el tratamiento de la obesidad", afirma Basilio Moreno, presidente de la Fundación de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad y jefe de la Unidad de Obesidad del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Sólo hay una excepción que este médico hace: en el caso de que hubiera hipotiroidismo (un funcionamiento anormalmente bajo de la glándula tiroides), en cuyo caso podría estar indicado el uso de la triyodotironina libre -lo que los expertos llaman T3 libre- y la tironina -T4 libre-. Pero esto no justifica su venta salvo que haya un estricto control médico y unos análisis que lo avalen, insiste Moreno. Nada que ver con el método utilizado por su fabricante: la venta por Internet, por correo o por teléfono [que, además, es ilegal en el caso de productos que requieren receta médica].
Frente a su supuesta utilidad, el endocrino resalta los peligros para la salud: "Temblor, palpitaciones, taquicardias y otras alteraciones cardiacas importantes", recalca el médico. Aun así, la presencia de estos componentes podría tener cierta lógica en manos de unos desaprensivos, ya que estas hormonas actúan sobre el metabolismo basal, es decir, actúan en la eliminación de hidratos de carbono, grasas y proteínas.
En este supuesto, podría haber alguna lógica en la presencia de testosterona, una hormona masculina. Aunque no está indicada como producto para adelgazar en ningún caso, como repite Moreno, es un anabolizante, es decir, transforma la grasa en músculo. Alguna persona podría pensar que con ese efecto adelgaza, aunque sea una impresión errónea que, además, no incluye los posibles riesgos del producto.
Pero para lo que no hay ni indicación médica ni una lógica, como en los casos anteriores, es para añadir progesterona y beta-estradiol a la mezcla. Estas sustancias son hormonas femeninas cuya única utilidad médica es regular el ciclo menstrual. Nada que ver con ganar o perder peso. La única explicación para usarlas es que podían compensar el efecto de esta testosterona, sobre todo si se piensa que la mayoría de los compradores se supone que son mujeres.

EL PAÍS, Miércoles 23 de abril de 2008

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