martes, 17 de junio de 2008

La crisis obliga a las familias a renegociar sus hipotecas

ROBERTO ARNAZ
El record del Euribor está haciendo que los españoles busquen la seguridad de una cuota estable.
Ana, como miles de españoles, vive pendiente de las subidas del Euribor. En mayo le toco revisar su hipoteca y se llevó un nuevo disgusto: en sólo un año su recibo se ha encarecido 400 euros. El miedo a que nuevas subidas castiguen aún más su bolsillo ha hecho que se plantee cambiar su préstamo hipotecario de tipo variable a uno fijo.
Esta modalidad está viviendo un nuevo auge. Según la Agencia Negociadora de Productos Bancarios, las solicitudes de hipotecas de tipo fijo ha crecido un 42% desde enero. "Muchos clientes prefieren pagar un tipo de interés estable, aunque no sea muy bajo, para evitar la incertidumbre y tener la seguridad de que no van a pagar más durante la vida del préstamo". De esta manera tan simple explico a Metro Pedro Javaloyes, director de comunicación de la Agencia Negociadora de Productos Bancarios, la nueva edad de oro del tipo fijo.
Según Javaloyes reunificar todos los préstamos - incluidos los de consumo - en una hipoteca de tipo fijo puede suponer un ahorro de hasta el 40%. "Los préstamos que de verdad ahogan a las familias son los créditos para la compra del coche o para ir de vacaciones".
Sin embargo, Fernando Herrero, vicepresidente de la asociación de usuarios de banca Adicae, se muestra más cauto respecto a la bonanza de estos préstamos, que actualmente sólo representan el 2,1% del total. "Son una buena opción si se busca una seguridad absoluta, pero a costa de pagar un sobreprecio. Los plazos de amortización son menores - una media de 25 años, no de 40 - con lo que se puede ahorrar algo en los intereses. Elegir un préstamo de interés variable o fijo depende de cada caso, no hay una recomendación genérica".
Consejo: Analice la operación antes de decidir
1. Estudie su capacidad de endeudamiento, es la que le permitirá ver si el cambio de hipoteca le resultará rentable o no. No es recomendable alcanzar el límite máximo para evitar sorpresas.
2. Consulte con expertos su caso. Cada préstamo es un mundo. En algunos casos resulta conveniente el cambio de tipo variable a fijo, pero en otros no resulta ventajoso.
3. Analice el coste de la operación. Cambiar una hipoteca de 150.000 euros ascenderá a 1.200 euros (gastos de tasación, notario, registro y gestoría), además de la comisión bancaria (0,5% del importe pendiente).
4. Si las condiciones son óptimas, la tramitación del cambio de préstamo de tipo variable a uno fijo no debería prolongarse más de 15 días. Se trata de una operación sencilla.
Diario METRO, Miércoles 18 de junio de 2008

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