lunes, 25 de agosto de 2008

Una vida saludable aleja el riesgo de ictus

CRISTINA G. LUCIO
MADRID.- Además de prevenir las enfermedades cardiacas, la diabetes o el cáncer, los hábitos de vida saludables también son claves para mantener a distancia los infartos cerebrales, según muestra un reciente estudio.
Este trabajo, que se publica en el último número de la revista 'Stroke' –una de las publicaciones que edita la Asociación Americana del Corazón-, reitera una vez más los beneficios para la salud de hábitos como no fumar, practicar diariamente ejercicio, evitar el sobrepeso o seguir una dieta equilibrada.
"Aunque muchos trabajos se habían centrado en la relación entre distintos factores de riesgo y las enfermedades cardiovasculares, pocos estudios se habían dedicado a analizar exclusivamente la influencia de estos hábitos sobre los infartos cerebrales", explican los autores de este trabajo, que han tratado de arrojar un poco más de luz sobre este asunto analizando una muestra de aproximadamente 114.000 individuos, todos ellos profesionales sanitarios.
Durante 20 años, realizaron un seguimiento a 43.685 hombres y 71.243 mujeres que estaban sanos al inicio del estudio. Periódicamente y a través de cuestionarios, los investigadores evaluaron los hábitos alimenticios de los participantes, si fumaban, hacían ejercicio o presentaban sobrepeso. Además, también se realizó un registro en el que se incluía cualquier problema de salud.

Los beneficios de la vida saludable
En total, se detectaron 1.559 casos de infarto cerebral. La mayoría de ellos fueron ictus de tipo isquémico –el más común-, que se produce cuando uno de los vasos que riega el cerebro se obstruye e impide que el flujo sanguíneo continúe.
Al analizar los datos de su trabajo, los investigadores comprobaron que quienes llevaban una vida más saludable –tomaban una dieta rica en frutas y verduras, hacían ejercicio diariamente, no fumaban, mantenían un peso adecuado y tomaban cantidades moderadas de alcohol- tenían muchas menos posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular que el resto de participantes.
En concreto, entre los que más se cuidaban, el riesgo de padecer un ictus isquémico se redujo en un 80%.
"Nuestros datos muestran que unos buenos hábitos de vida se asocian con un riesgo muy bajo de ictus, especialmente de tipo isquémico, lo que se añade a los beneficios detectados sobre otras enfermedades crónicas, como las cardiacas o la diabetes", explican los autores en su trabajo.
Pese a todos, los investigadores reconocen que su trabajo tiene importantes limitaciones, ya que se trata de un estudio observacional, cuyos datos se obtuvieron a partir de los cuestionarios que aportaron los participantes. Además, los individuos analizados se dedicaban al ámbito sanitario, por lo que sus hábitos de vida podrían ser mucho más saludables que los de la media.
EL MUNDO, Lunes 25 de agosto de 2008
Imagen: Flickr

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