domingo, 24 de agosto de 2008

El móvil desafina

RAMÓN MUÑOZ

Tal vez se pregunte cúal es la canción del verano y no haya encontrado respuesta a estas alturas de la estación. La razón es muy simple: ya no existe. Sin embargo, cuando descansa en el sofá o en la tumbona playera una melodía le machaca de vez en cuando los tímpanos y no sabe muy bien de dónde le llega la reverberación... Viene de los móviles. La canción del verano ha dado paso al politono del verano. Las melodías para móviles han arrebatado a las radios fórmulas el trono del hit parade musical. Ellos dictan ahora la moda. El politono de este verano en España es Ella elle la de la cantante belga Kate Ryan. Su estribillo, tan escueto e insulso como su título, se escucha machaconamente en chiringuitos y bares de copas, pero también en autobuses, parques, oficinas o en las aceras, territorio hasta ahora virgen para las reflexiones íntimos camino al trabajo o al hogar. Cuesta 3,3 euros (IVA incluido) en la mayoría de las webs que lo comercializan y, como tantos politonos, está destinado a desaparecer en breve, apenas surga otra melodía condensada en dos o tres notas pegadizas que nos avisen de que nos llaman al móvil.
Y es que los politonos, como las moscas, se descargan a millones pero tienen una corta existencia. Gracias a su fecundidad, en apenas una década han pasado de pijada para adolescentes a un negocio que mueve millones de euros (más de 700 millones al año sólo en la UE), y que supone un respiro para la maltrecha industria discográfica, que compensa así la imparable caída de ventas de los tradicionales CD.
Sin embargo, tras varios años de crecimiento sin límite, la edad dorada de los politonos y, en general, las descargas (de pago) de música para móviles parece que toca a su fin. Las razones son varias. La primera, curiosamente, es la mejora técnica de los terminales que permite a los usuarios crear sus propios politonos o bajarlos directamente (y gratuitamente) de Intenet o del PC. Otra es la competencia que sufren las marcas que comercializan estas melodías (Movilisto, Myalert, Gsmbox, Club Zed, Jamba) ya sea de las propias compañías de móviles a través de sus propios portales (eMocion de Movistar o Vodafone Live!, por ejemplo) o bien por Internet (E-music, iTunes o Pandora) que venden catálogos de canciones en formato mp3 a precios mucho más asequibles y sin trampas. Un artículo publicado en The New York Times a comienzos de este año bajo el título "El mercado de los politonos se hunde" levantaba la voz de alarma, y echaba por tierra las predicciones de los analistas de que este mercado movería más de 11.000 millones de euros en 2010.
Por si fuera poco, las empresas intermediarias que venden los politonos a través de los llamados SMS premium -mensajes de texto con un coste muy superior al de uno normal- están bajo sospecha. La Comisión Europea acaba de cerrar una investigación en la que señala que el 80% de las webs que ofrecen servicios para móviles, como melodías o fondos de pantallas, infringen las normas sobre protección a los consumidores por publicidad engañosa o cobros indebidos. Y en España, ante la legión de quejas de los usuarios, el Gobierno no ha tenido más remedio que llevar a cabo una legislación especial de estos SMS premium para evitar los abusos.
Eso no quiere decir que la gente vaya a renunciar a descargarse politonos, sino que se trata de un mercado maduro que más tarde o más temprano dejará su espacio a otros productos, como señala Luis Domínguez, director general de la empresa Buongiorno para España y Portugal. "Para nosotros el segmento de los politonos es residual. En nuestro catálogo, damos prioridad a otros productos propios que son más rentables, porque en los politonos hay que pagar derechos de autor, muy costosos. En España, por ejemplo, nuestro artículo estrella es Poema, que hace furor entre los adolescentes. Se mandan mensajes de amor que se descargan mediante un SMS. Aunque el futuro creemos que está en las redes sociales adaptadas al móvil".
Parecida opinión tiene Miguel López Quesada, director de comunicación de le firma Zed: "La situación es muy variada según los mercados. Por ejemplo, en Estados Unidos, Asia o Rusia, nuestra facturación crece de manera muy sostenible. En Europa occidental, la música sigue siendo el contenido más descargado, pero es cierto que crece menos que otros contenidos, como los juegos".
Buoingiorno, de capital italiano, es la primera empresa del sector a escala nacional. Opera bajo las marcas Blinko, Movilisto o Myalert. Esta multinacional y la italiana Dada o la española Zed mueven al año en España más de 2.000 millones de euros gracias a los SMS premium, que se utilizan para bajarse politonos, juegos o para participar en concursos televisivos, entre otros usos.
En este suculento mercado (en 2007, los españoles enviaron 3.185 millones de este tipo de SMS), los politonos están en franca decadencia. "La venta de politonos va a la baja porque es un producto que se va quedando obsoleto: los nuevos terminales con mp3 hacen que el usuario apueste por la canción original y no por un sucedáneo de muy baja calidad", señala Antonio Guisásola, presidente de Promusicae, la patronal discográfica española.
Un informe de GFK sobre hábitos musicales constata que los adolescentes perciben que comprar música a través del móvil suscita cada vez más recelo, porque es caro y las canciones descargadas no se pueden trasladar a otros dispositivos como el iPod o el PC. "La reacción general es de desengaño y de ahí a la indignación y o al enfado", alerta el informe, realizado en mayo pasado. En lugar de las descargas, los jóvenes recurren al blueetooth para pasarse música o la bajan directamente de Internet.
Y es que entre los servicios más demandados está el bluetooht, el más deseado para la compra de un nuevo móvil (el 36,6% pìde que tenga esta conexión). En cuanto al mp3, aunque apenas un tercio del parque de móviles actuales lo tiene, tan sólo el 40% de los que lo poseen lo emplea realmente, según el último informe de Red.es, correspondiente a 2007.
Pese a todo, las discográficas tienen muchas esperanzas depositadas en los formatos digitales, sean politonos o descargas, pero de pago. De hecho el mercado digital musical en 2007 se situó cerca del 10% del total, incluyendo tonos y descargas de canciones originales, alcanzado una facturación de 27 millones de euros, y la cifra ha crecido un 7,9% en este primer semestre. A escala mundial, sólo los royalties procedentes del mercado digital crecieron en 2007 casi un 50%, según las cifras aportadas por RIAA (Recording Industry Association of America), la asociación que representa a las discográficas en EE UU. Estas ventas generaron 879 millones de euros.
Lo que nadie duda es que el politono es un fenómeno social. El rapero Lil Wayne le debe su fama. En un mundo tan competitivo como el rap, en el que los artistas se vanaglorian en sus letras de ser mucho más famosos que sus rivales (a veces incluso se disparan por ello), Wayne ha conseguido destronarles a todos gracias a Lollipop, el politono mas descargado del año. La revista musical Billboard, la más prestigiosa de música internacional, ha incluido entre sus listas de éxitos a la de los Hot Ringtones, los politonos más vendidos. Esta semana ocupan el primer lugar Adios amor te vas, del grupo mexicano Montez de Durango y una melodía del héroe de los videojuegos Super Mario Brothers del japonés Koji Kondo. En territorio patrio, además de Ella elle la , mandan Dame cariño de El Arrebato y Mercy de Duffy. No todos quieren estar en la lista. El cantante Manolo García ha declarado que jamás permitiría que una canción suya se despiezara para un politono.
Los politonos no se restringen al ámbito puramente musical. De hecho, el récord de descargas en España está en manos de ¿Por qué no te callas?, una simulación de la pregunta con que el rey Juan Carlos recriminó al presidente venezolano Chávez en la última cumbre hispano americana. Generó más de medio millón de descargas y una recaudación de dos millones de euros.
Y en Japón, hace un año hizo furor un politono que simulaba el llanto de un bebe, compuesto por un doctor que prometía aumentar el tamaño de los pechos femeninos. Duraba 30 segundos y había que escucharlo ¡20 veces al día durante 10 días!
Los politonos se comercializan a través de dos formas: como una descarga única y mediante suscripción. En el primer caso, hay que enviar dos o tres SMS premium, a razón de 1,39 euros cada uno (incluyendo el IVA) por lo que el coste puede superar los cuatro euros. Sin embargo, las empresas apuestan más por las suscripciones. Los usuarios que se dan de alta reciben entre 43 y 65 SMS al mes ofreciéndoles diversos contenidos. Cada mensaje cuesta 0,35 euros (0,3 más IVA), con lo que la factura mensual puede llegar a superar los 20 euros.
Casi todas las quejas de los usuarios se refieren a estas suscripciones. Las principales apuntan a que les dan de alta sin su consentimiento, utilizando publicidad engañosa.
Una investigación de la Comisión Europea de julio pasado ha corroborado estos abusos: el 80% de las web de venta de politonos y fondos de pantalla investigados infringen las normativas comunitarias por publicidad engañosa y desprotección de los consumidores. Entre los sitios que incumplen la normativa están las 25 webs investigadas en España. La comisaria responsable de Protección de los Consumidores, Meglena Kuneva, ha emplazado a las empresas a que corrijan los problemas o serán castigados con multas o con el cierre de las páginas.
El problema añadido es que casi la mitad de estas webs van dirigidas a captar un público joven o infantil. Y es que, el 44% de los jóvenes se descarga contenidos por el móvil, según el último barómetro de The Phone House sobre uso del móvil.
Los responsables de las firmas se defienden. "En los últimos años hemos llevado a cabo una serie de investigaciones internas y de medidas para adaptarnos a las nuevas normas. Apoyamos los esfuerzos de la Comisión y estamos preparados para trabajar con todas las autoridades para resolver los problemas, y adoptar medidas adicionales si fuera necesario", señala Lisa Schwede, de Jamba.
Tanto Jamba como Buoingiorno y Zed niegan que hayan sido requeridos por las autoridaes españolas y destacan el esfuerzo de transparencia. Con todo, las quejas proliferan y se pueden encontrar en Internet páginas y blogs centrados en denunciar las prácticas de estas firmas. Basta echar un vistazo a Ciao, la web que recoge opiniones de usuarios, para comprobar el nivel del descontento. La protesta más usual es que la descarga del primer politono, que se ofrece gratis o a 0,35 euros, se utiliza en realidad como alta de una suscripción no deseada.
El Ministerio de Industria también ha tomado cartas en el asunto y ha aprobado una nueva normativa sobre los SMS premium. Entre otras obligaciones, prohíbe a las compañías que exijan el envío de dos o más mensajes consecutivos, y exige la confirmación previa del cliente para darse de alta en una suscripción.
Las asociaciones de consumidores como Facua creen que no es suficiente. "Habría que complementar estas medidas con otras muy simples como que los anuncios empleen la misma tipografía para especificar los precios y las condiciones que la que usan para el número con el que darse de alta", dice Rubén Sánchez, de Facua.
Las operadoras de telefonía móvil se lavan las manos en estas reclamaciones, aunque se lleven una buena parte del pastel: aproximadamente el 40% de los ingresos y con apenas ningún gasto. Por contra, las empresas comercializadoras deben pagar derechos de autor a entidades como la Sociedad General de Autores (SGAE), en torno a un 12%, y sobre todo, deben hacer un gran esfuerzo publicitario, más del 60% de su presupuesto.
Además soportan la competencia de las operadoras. Movistar y Vodafone tienen un servicio de tarifa plana para bajarse miles de canciones por seis euros al mes, y Orange ha llegado a un acuerdo con Los 40 Principales para la comercialización de contenidos musicales.
Pero lo último en politonos son los promotonos, un servicio que consiste en que el cliente acepta convertir el tono de espera (los pitidos que se escuchan antes de contestar la llamada) en una melodía publicitaria a cambio de un descuento. Orange ha sido la primera en ensayar este tipo de publicidad con Ikea. El descuento en la factura viene en función del número de llamadas recibidas durante la campaña y del número de días que tengan activo el promotono.
El politono es aún un suculento negocio. Pero todos quieren sacar demasiada tajada del soniquete. Así que, de tanto sonar, el móvil empieza a desafinar.
EL PAÍS, Lunes 25 de agosto de 2008
Imagen: El País

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