lunes, 11 de agosto de 2008

Los medicamentos falsos también se cuelan en las farmacias europeas

María Poveda

Madrid- La alarma saltó hace días. La industria farmacéutica avisaba: los medicamentos falsos ya se sirven en las farmacias europeas, sin que cliente y farmacéutico sean conscientes. En el mejor de los casos, el principio activo es el mismo, pero suplantan la marca. En otros, la falsificación tiene menos sustancia o ninguna, lo que los convierte en simples placebos.
El imperio se extiende
Hasta hace poco, los medicamentos falsos eran un problema del mundo en desarrollo. En Occidente se introdujeron a través de internet, donde Viagra, antidepresivos, pastillas para el sueño o contra la alopecia encontraron mercado ofreciendo precios de ganga. Pero el imperio de la copia de fármacos se extiende.
El comercio paralelo, por el cual miembros de la UE compran medicinas en otros países europeos a menor coste, ha facilitado el salto a la cadena legal de los fármacos fraudulentos. Datos de la OMS cifran ya el negocio de las pastillas falsas en 45.000 millones de euros al año, un 10% del mercado.
«El problema no es sólo la merma al sector, sino que atentan contra la salud pública», comenta Humberto Arnés, director general de Farmaindustria. La falsificación de medicamentos ya no se limita a Viagra. Se ha extendido a fármacos para tratar enfermedades mortales. De ahí la creciente preocupación. «En la compra de bolsos falsos existe una complicidad entre vendedor y cliente, pero esto no ocurre con las medicinas», dice Jean François Dehecq, de la Federación Europea Farmacéutica.
En Lyon, Francia, la Policía desmontó en junio un laboratorio ilegal de copia de medicinas contra el cáncer, y en países tan dispares como Dinamarca y Pakistán se interceptaron versiones ilegales de medicamentos para tratar la depresión que en realidad contenían principios activos contra la obesidad. En Reino Unido, nueve falsificaciones llegaron a las farmacias y otras cinco estuvieron a punto de hacerlo desde el año 2004.
Y las aduanas europeas interceptaron casi tres millones de medicinas falsas sólo en 2006, aunque en España, de momento, el problema no es importante, según Farmaindustria, que propone prohibir el reenvase de medicamentos -una práctica habitual para cambiar idiomas de prospectos y precios- lo que facilita la detección de imitaciones.
LA RAZÓN, Domingo 10 de agosto de 2008
Imagen: Flickr

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