miércoles, 13 de agosto de 2008

Reino Unido combate la obesidad a golpe de talón

PATRICIA TUBELLA - Londres -

El Gobierno británico no deja de ensayar fórmulas para acabar con la lacra de la obesidad, que provoca la muerte prematura de 9.000 ciudadanos cada año. ¿Lo último? En su empeño por combatir los malos hábitos alimenticios de los ciudadanos de clase media y baja, ha decidido subvencionar a los comercios locales para que amplíen su oferta de frutas y verduras frescas frente a los populares productos ricos en grasas.
El programa piloto arrancará el próximo otoño en varias localidades del noreste de las islas, una de las zonas más deprimidas y donde la sanidad británica registra sus peores índices. Dado que el grueso de las familias sigue recurriendo a diario a la tienda de la esquina para llenar las neveras de sus hogares, los fondos públicos se centrarán en estos colmados, proporcionándoles cámaras refrigeradas, asesoría en cuanto a la mejora de la distribución de los productos y ayuda para ejecutar las obras necesarias en el local. Las autoridades no pueden evitar que esos comercios vendan todo tipo de chucherías a las que el público es adicto (principalmente para consumirlas ante el televisor), pero acentuará su campaña a favor del consumo de al menos cinco piezas al día de verdura y fruta. Sólo una quinta parte de los niños británicos y un tercio de los adultos siguen hoy esas saludables directrices. En muchos barrios de las poblaciones seleccionadas para ejecutar el plan, la oferta verde brilla por su total ausencia (lo que en el Reino Unido denominan vegetable-free zones).
La lucha contra la obesidad es "el mayor reto que afronta la sanidad" pública británica, sentenciaba el jefe de ese departamento, Ivan Lewis, al anunciar ayer las medidas. Un problema cuyo coste para el Sistema Nacional de Salud (NHS) ha sido estimado en 5.000 millones de euros anuales, y en un impacto para la economía del país de más de 19.000 millones al año.
El Gobierno prevé que el próximo año 120 comercios se hayan apuntado ya al plan, bautizado con el logotipo publicitario Change4Life (Cambio por la Vida). De su éxito depende la expansión del proyecto al territorio nacional, con un dispendio inicial de 1,4 millones de euros procedentes de las arcas públicas. La iniciativa se ha inspirado en el modelo aplicado en Escocia (autonomía que tiene competencias en materia de salud), con la participación de cinco centenares de tiendas. Sus propietarios han dado cuenta de un aumento medio de los beneficios en torno al 20%, gracias al gancho que ha ejercido en el comprador la mejora de la presentación de los productos.
EL PAÍS, Jueves 14 de agosto de 2008

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