martes, 5 de agosto de 2008

La morosidad empieza a ser un problema para la banca

ÍÑIGO DE BARRÓN
La situación de la morosidad en España recuerda a un famoso chiste. En plena guerra, un soldado le pregunta a otro. "¿Te dan miedo las balas?". El otro responde: "No, las balas no. La velocidad, eso es lo da miedo".
En el sector financiero español pasa lo mismo. Su tasa de morosidad, el 1,23% sobre el total de créditos concedidos, no es alta, sobre todo si se compara con Europa, que está en el 2,5%. El problema es la rapidez con la que están subiendo los créditos morosos, algo que ha sorprendido en el sector. La suspensión de pagos de Martinsa-Fadesa ha sido la gota que ha colmado el vaso y puede que no sea la última que pase por el concurso de acreedores.
Sólo atendiendo a las cinco grandes entidades, los activos dudosos han pasado de 10.090 millones en junio de 2007 a 19.700 millones un año después. El impacto en las cuentas asciende a casi 5.500 millones, que es el incremento de provisiones que las entidades se han visto obligadas a realizar. En el Santander, los créditos malos se han multiplicado por 2,5 veces y en La Caixa, se han casi cuadriplicado, si bien esta caja es la única que ha provisionado 767 millones por el riesgo que tenía con Martinsa. Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado del Santander, apuntó que "es posible que este ritmo se atenúe en los próximos trimestres", pero no parecía muy convencido.
En otras entidades también existe este problema. Los cuatro bancos medianos -Banesto, Sabadell, Bankinter y Pastor- vieron aumentar su tasa de morosidad en el primer semestre. La más alta fue la del Pastor, que pasó del 0,68% al 1,83%. "La morosidad seguirá creciendo, y todo indica que si la situación económica no varía, los dos o tres próximos trimestres seguirán en esta línea", según Jorge Gost, consejero delegado del Pastor.
Entre las cajas medianas también hay ejemplos: Caja Duero ha superado el 2%. Bancaja, una de las más grandes, ya está en el 1,82% (el triple que hace un año), con una caída de la cobertura al 112%. Los analistas coinciden en que las cajas lo pasarán peor porque tienen casi el 70% de su crédito relacionado, directa o indirectamente, con el ladrillo. Entre ellas hay excepciones, como la BBK, cuyo rating de riesgo acaba de ser confirmado, y que cuenta con una tasa de mora del 0,89%, de las más bajas del sector financiero.
Pero no todo son malas noticias. Para ser realista conviene recordar que la crisis financiera ha cogido a la banca con un parapeto que no tienen sus competidores europeos y norteamericanos. Son las provisiones extraordinarias, también llamadas genéricas, que suman unos 35.000 millones. Algunas entidades ya han empezado a utilizarlas porque los morosos están subiendo. Esta partida sirve para que las provisiones necesarias para cubrir los créditos malos no impacten directamente en la cuenta de resultados, es decir, dan tiempo a la banca para que se preparen. Pero no demasiado. Íñigo Vega, de Iberian Equities, calcula que para dentro de un año las cajas habrán consumido todas sus provisiones genéricas y que los bancos aún tendrán casi 5.000 millones.
Pese a los problemas, el beneficio neto de los cinco -Santander, BBVA, Caja Madrid, La Caixa y Banco Popular- suma 10.657,2 millones en el primer semestre, un 0,8% menos. Sin embargo, esta cifra es poco relevante porque se ha debido a que en 2007 hubo fuertes ventas de participaciones industriales y financieras, que este año no se han producido. Quitando este efecto, es decir, el resultado del negocio tradicional, que marca la velocidad de crucero, sigue a buen ritmo.
Otros factores que han marcado estos resultados son la reducción de los volúmenes de crédito nuevo, provocado por la menos demanda, el incremento de los tipos por la prima de riesgo y, como no, la falta de liquidez. -
EL PAÍS, Domingo 3 de agosto de 2008

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