POR MARIO SÁNCHEZ GUILLÉN. MADRID.El dinero que todos tenemos depositado en nuestro banco o caja de ahorros nunca se está quieto. Con él, las entidades financieras invierten en los más diversos sectores para obtener una plusvalía. Ese es el modelo de negocio de los bancos: al final, nuestros tristes 1.000 euros en la cuenta corriente seguirán siendo 1.000, pero el banco puede haber ganado otros 100 gracias a ellos.
Sabiendo que esto es así, ¿no le gustaría saber también en qué tipo de empresas o negocios está poniendo la entidad financiera su dinero? A lo mejor usted es vegetariano y con sus ahorros se están financiando los embutidos de El Pozo, o a lo mejor es aficionado del FC Barcelona y resulta que su dinero está financiando que el pérfido Real Madrid les quite a su jugador estrella. Para ahorrarse disgustos, casi es mejor saber exactamente a dónde va su dinero cuando el banco busca sacarle rendimiento, y poder decidir a la carta el tipo de negocios o sectores en los que le gustaría colaborar.
Vetar inversiones
El destino de estas inversiones ha sido uno de los grandes secretos históricos del mundo financiero, pero esto puede llegar a su fin desde el momento en que una caja de ahorros, la de Navarra, ha lanzado un producto dentro de su campaña de «banca cívica» (que comenzó en 2004), y que le permitirá saber todo aquello que siempre quiso conocer sobre su banco y nunca se atrevió a preguntar.
Desde la propia caja se precisa que sería imposible que un cliente vetara de forma directa que con su dinero se financiaran algún tipo de negocios. Las inversiones se hacen de forma agrupada y no podría extraerse el dinero de un determinado cliente, aunque este mismo usuario sí podría evitar que su dinero fuera a inversiones que no quiere, contratando una cuenta en la que se asegura que su dinero tenga un destino con el que comulga.
Por ejemplo, desde comunicación de Caja Navarra, Guillermo Catalán asegura que ya tuvieron un cliente «que quería que le firmáramos un papel para que su dinero no financiara nada que tuviera que ver con la industria armamentística». En este caso, lo que el cliente tendría que hacer sería cambiar su cuenta a otra de las específicas que tiene la caja para clientes interesados en el uso que se les da a sus ahorros.
La entidad financiera da la posibilidad, por ejemplo, de decidir las áreas sociales en las que se quiere invertir el dinero (préstamos de ayuda a las familias, para entidades sin ánimo de lucro o para energías limpias, por ejemplo) y también tres depósitos a un año con los que se puede obtener rentabilidad a la vez que se apoya al colectivo de inmigrantes, se financia a jóvenes para la entrada de una VPO oficial o que se presta dinero a los emprendedores.
Es posible contratar productos en los que se cede parte del interés para dárselo a otro. Según Catalán, «estos modelos ya llevan funcionando tiempo por internet bajo el sistema P2P (de persona a persona)», aunque la presencia de una entidad financiera, según dice, otorga más seguridad.
Por último, las políticas de Caja Navarra también tienen una función pedagógica. Por ejemplo, un cliente puede recibir una carta que le explique que «tenemos 59 millones de euros invertidos en derivados», con una detenida explicación del funcionamiento de estos productos y por qué algunas personas los contratan.
Doscientos euros por cliente
Estas medidas son un paso más allá en los proyectos de Caja Navarra, cuyos responsables están convencidos de que «hacer sentir importantes a los clientes es una tendencia de futuro». Por eso no tienen problemas en resolver otra de las grandes dudas de todos los que tenemos dinero en el banco bajo alguna de las fórmulas disponibles: ¿cuánto gana mi banco invirtiendo el dinero que yo le confío? En Caja Navarra son doscientos euros de media por cliente y año, y cualquier persona puede hacer una simulación por internet de lo que la compañía gana con ellos.
Los bancos invierten el dinero que depositamos en nuestras cuentas en todo tipo de negocios, y su destino siempre ha sido secreto _ Ahora, los clientes de Caja Navarra pueden elegir dónde invertir su ahorro.
ABC, 23_3_2008
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