lunes, 17 de marzo de 2008

La crisis del ladrillo y la caída de las ventas obligan a las inmobiliarias a tirar precios

Andrés González
Madrid. El mercado inmobiliario español encara la crisis más grave de la última década. Después de varios años consecutivos de bonanza con incrementos espectaculares en las cifras de ventas de las empresas relacionadas con el mundo del ladrillo y subidas recurrentes del precio de la vivienda, la crisis desencadenada en Estados Unidos por las hipotecas de alto riesgo ha atrapado al negocio inmobiliario nacional en su punto álgido de producción y precios. En un sector muy intensivo capital -el crédito es el principal factor de producción del negocio inmobiliario- muchas compañías se ven ahora en la necesidad de hacer caja rápidamente para poder afrontar sus compromisos de pago con las entidades financieras mientras que otras intentan reducir el peso de su negocio residencial a la vez que se cuelgan el cartel de «empresas patrimonialistas», en busca de los ingresos recurrentes del alquiler.
La contracción de la demanda provocada por la concentración del alto nivel de endeudamiento de las familias españolas, el alto precio de los pisos y la dificultad del acceso al crédito han llevado a las inmobiliarias a cambiar sus estrategias de venta poner a trabajar a toda máquina a sus departamentos de marketing para elevar sus cifras. Según Jorge Rodríguez, consejero delegado de la firma de consultoría y marketing inmobiliario REM (Real State Marketing), las empresas del sector van a acudir al SIMA, el salón inmobiliario que se celebrará a principios de abril en Madrid, con descuentos en el precio de las viviendas.
«Yo creo que el salón inmobiliario se va a centrar mucho en descuentos de precio, pero con un motivo. No se van a hacer descuentos indiscriminadamente. Las inmobiliarias se han visto obligadas a profesionalizarse mucho en el último año», explica. El experto asegura que ya el año pasado las compañías acudieron a esta feria ofreciendo regalos como coches, los muebles de la cocina o la decoración de la casa, pero que el precio era una de las grandes debilidades. Ahora, las necesidades llevan a las compañías a ofrecer ajustes en el precio. «En las nuevas promociones hay un estudio del mercado. Antes se vendía al mismo precio que lo hacía el de al lado», explica.

Rebajas de hasta el 30%
De hecho, muchas compañías rebajan ya directamente y hasta en un 30% el precio de sus promociones. Hace dos semanas AtisReal realizó una subasta de más de 442 inmuebles con ese descuento. También Metrovacesa ha llevado a cabo recientemente otra campaña en el que reducía en un 20% los precios de algunas de sus promociones. La política seguida por otro tipo de compañías como Urbas es distinta. Esta promotora utiliza otros ganchos más centrados en la financiación, como cheques de 2.000 euros por cada hijo para sacar el producto de tres dormitorios. Realia, por ejemplo, prefiere negociar uno a uno con sus clientes en vez de lanzar una oferta general.

Las preventas se han hundido
Pero también hay ofertas curiosas. Un ejemplo es Zapata, que ofrece a sus clientes una promoción en Madrid que se centra en parejas jóvenes sin hijos o solteros. Una suerte de «Melrose Place» con el eslogan de «La casa que no tendrían tus padres». «Ahora las compañías se centran en un público objetivo, no atacan indiscriminadamente, como antes», explica un experto. La imaginación al poder. Los resultados de las inmobiliarias cotizadas han evidenciado la brutal caída de las preventas -los acuerdos de venta - que los expertos llevaban varios meses vaticinando. Aproximadamente un 60% en 2007. Cualquier cosa por vender un piso.

LA RAZÓN, Lunes 17 de marzo de 2008

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