María Cuesta
Madrid- Pese a los claros beneficios que los asesores financieros aportan a los clientes bancarios, nuestro país se encuentra muy rezagado en los que a su regulación se refiere. En un momento de fuerte incertidumbre económica, Ángel Bouzas, consejero delegado de Freedom Finance, comparte con LA RAZÓN las claves del sector.
-¿Debería el Banco de España supervisar a los intermediarios financieros?
- Siempre he pensado que la regulación de nuestro sector debería ser llevada a cabo, o al menos diseñada, por alguien que entienda de finanzas. No tiene mucho sentido, desde mi punto de vista, que a aquellos que intermediamos y asesoramos en el mundo financiero nos supervise la misma autoridad que a una tienda de comida para llevar, por ejemplo... Resulta artificial que dependamos del Ministerio de Consumo.
-Varias instituciones oficiales han defendido el papel desempeñado por empresas como Freedom Finance...
- Sí, porque nuestra labor es absolutamente necesaria para la sociedad, más aún en una situación de tensión económica como la actual. Lo que pasa es que hay que tener cuidado. Es muy fácil decir a los españoles «asesórense ustedes», pero luego resulta que falta regulación.
- Pero Freedom Finance depende de su matriz británica...
- Y eso nos concede una ventaja enorme en este sentido pues, al ser una sucursal de la compañía inglesa, nos ampara la regulación del Reino Unido, porque allí sí que están regulados por el Banco de Inglaterra. Por eso mismo, nuestra manera de entender este negocio son formas absolutamente reguladas.
- Con la crisis que afecta a nuestro país, ¿ha crecido el potencial de negocio de Freedom?
- Sin duda. Nuestro negocio ha aumentado de manera indirecta. De hecho, hay un dato muy relevante, procedente de una estadística interna que elaboramos desde 2003, que dice que en los últimos 18 meses se ha multiplicado por tres el caso de personas con dificultades económicas que nos llaman.
- ¿Cuántas llamadas recibe la compañía al día ?
- Pues entre 800 y 1.000 llamadas diarias. De este total, antes eran 80 las correspondientes a personas en apuros económicos graves, como haber dejado de pagar un recibo, las tarjetas, o algo similar. Ahora, sin embargo, estamos hablando ya de casi 250 personas de las 800 que nos llaman. Es decir, que en poco más de un año, las personas con dificultades han pasado de ser el 10% al 30% en estos momentos.
- ¿Qué es lo que más ha afectado?
- Pues el parón inmobiliario sin duda se ha notado, pero sobre todo el euríbor y la espectacular subida de los precios. Los gastos que soportan las familias están creciendo más rápido que sus salarios.
- ¿Cómo se presenta 2008?
- Bueno, yo lo he bautizado como «el años del euríbor errante»... Actualmente no sabe si va o si viene, si baja o si sube... porque el Banco Central Europeo no lo tiene nada claro. El problema es que le preocupa más la inflación que la hipoteca de la familia española, que es la más afectada de toda Europa por el euribor.
LA RAZÓN, Domingo 30 de marzo de 2008
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