miércoles, 26 de diciembre de 2007

Estafas en la Red por Navidad

POR LUIS MIGUEL DEL BARRIO
MADRID. El fraude denominado «on line» no sólo existe, sino que no deja de aumentar cada día que pasa. La razón es sencilla: «Comprar por internet es cómodo, ahorra dinero y cada vez es más popular», en palabras textuales de la multinacional alemana G Data, líder en seguridad informática y pionera en la protección de los antivirus. «En Navidad -añade dicha compañía-, las cajas registradoras de las tiendas «online» no dejan de abrirse y cerrarse, y esto supone un «boom» no sólo para los proveedores legítimos, sino también para los cibercriminales». No es extraño, por tanto, que la Brigada de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil acabe de lanzar una clara advertencia para que se extreme la precaución durante estas fechas navideñas.

El timo de la estampita
Y es que la media del dinero robado a cada víctima por el procedimiento del fraude «on line» (es decir, el que uno puede sufrir al pagar con una tarjeta de crédito a través de la Red o, por poner otro ejemplo, cuando uno accede a su cuenta bancaria por medio de internet), ya supera a estas alturas los 6.000 euros, o sea, el famoso millón de «las antiguas pesetas», según datos proporcionados por Panda Software, empresa especializada en el desarrollo y suministro de soluciones integradas de seguridad para combatir «virus», «hackers», «troyanos», «spyware», «phishing», «spam»... y, en definitiva, toda esa larga y variada caterva de amenazas que circulan a través de internet, las cuales sin duda pueden resumirse en una palabra que en castellano entiende todo el mundo y encima sin tener que poner tantas comillas: estafa.
Para evitar cualquier fraude de este tipo, Panda Software da nueve consejos que se pueden resumir de la siguiente manera: confirmar que la página web donde se va a realizar la compra se corresponde con la identidad del vendedor; utilizar la Red para buscar referencias en otros lugares, o comentarios de los usuarios, para asegurarse de que la página no es una fachada sin verdadera venta tras ella; no acceder a ninguna página a través de medios indirectos como «links» en correo electrónico o en otras páginas; comprobar que el sitio web en el que se ha entrado es una dirección segura: ha de empezar con https:// (ojo, no se olvide de la letra «s») y debe aparecer un pequeño candado cerrado en la barra de estado de nuestro navegador; haciendo doble clic sobre el candado del certificado digital, aparecen los datos del lugar que se está visitando y de la entidad que lo confirma (verificar que coinciden); enviar todos los datos personales, «e-mail» o números de cuenta, a través del formulario de compra seguro, y nunca por medio de «emails» fácilmente interceptables; utilizar todos los medios de seguridad avanzados que ofrecen las entidades bancarias: tarjetas de compra «online» y seguros de compra; actualizar los programas instalados con los parches de seguridad disponibles, y, por último, tener también actualizada la solución de seguridad.

«Use el sentido común»
Son, en fin, nueve mandamientos que, según Panda Software, evitan las estafas «on line», aunque Iron Port Systems, otro proveedor líder en protección empresarial frente al «spam», virus y «spyware», eleva a diez su lista de consejos, entre los que sobresale el último punto de su decálogo: «Use el sentido común. Si parece «spam» o un fraude de internet, probablemente lo es. Bórrelo».
Por lo demás, ambas empresas coinciden básicamente a la hora de formular los consejos esenciales, al igual que ocurre con las siete recomendaciones que brinda G Data a los usuarios de la Red, a quienes en el séptimo punto les advierte así: «Tras identificarse en una tienda «online», no olvide bajo ninguna circunstancia desconectarse al terminar. De otra forma, las «cookies almacenadas seguirían siendo válidas, con lo que cualquier otra persona podría comprar a continuación con tu usuario, o espiar tus datos privados».
Más información: http://www.nomasfraude.es/



ABC, MIÉRCOLES 26 DE DICIEMBRE DE 2007

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