domingo, 16 de diciembre de 2007

Alimentos básicos y carburantes llevan la inflación al 4,1% y la escalada continúa

Y. GÓMEZ / M. NÚÑEZ. MADRID.
Se confirmó. Los precios subieron siete décimas en noviembre, cinco más que en el mismo mes de 2007, lo que ha disparado la inflación interanual hasta el 4,1%, la cifra más alta desde enero de 2006, según los datos definitivos del IPC hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y lo peor es que los expertos coinciden en que la carrera alcista puede continuar en los próximos meses.
Según los datos del INE, entre enero y noviembre los precios se han incrementado un 3,8% y diciembre es un mes tradicionalmente inflacionista, por las compras de Navidad, de modo que es más que probable que el IPC vuelva a repuntar en este último mes del año.
Así lo prevé, de hecho, la Fundación de las cajas de ahorros, Funcas, que estima que la inflación cerrará el ejercicio en el 4,2% y se elevará hasta el 4,4% en los primeros meses del próximo año.
El petróleo y los cereales siguen siendo, según explica el Gobierno, los principales responsables de este comportamiento de los precios, común a otros países de Europa e incluso a Estados Unidos. Eso sí, el impacto en España está siendo mayor que en otros países vecinos como Francia, donde la inflación se mantiene en un moderado 2,6%.
En los trece países del euro, según los datos definitivos hechos públicos también ayer por Eurostat, la inflación subió cinco décimas, hasta el 3,1%, con lo que el diferencial con España se situó en un punto.
En Estados Unidos, el IPC registró en noviembre la mayor subida en más de dos años, un 0,8%, con lo que la tasa interanual se situó en el 4,3%.
Este repunte de la inflación a ambos lados del Atlántico sitúa además a los bancos centrales en la disyuntiva de si relajar la política monetaria para evitar una recesión económica ante la fuerte crisis del crédito o, por el contrario, subir los tipos para controlar los precios.
Y volviendo a España, las cifras del INE reflejan que la inflación subyacente, que mide el IPC sin sus elementos más volátiles, la energía y los alimentos no elaborados, se situó en el 3,2%, una cifra elevada pero, desde luego muy inferior al IPC general.
Entre los productos más inflacionistas en este último año se sitúan la leche, que ha subido más de un 30% en el último año, el pan, con un aumento del 14,1%, el pollo un 11,4% y los huevos un 9,7%. Los carburantes, por su parte, han subido un 15% y el grupo que engloba otros combustibles, un 20%.
Por comunidades autónomas, las menos inflacionistas tras las ciudades de Ceuta y Melilla han sido Baleares, con un IPC del 3,6%y La Rioja, Galicia y Madrid, con el 3,9%. En el extremo opuesto, donde más han subido los precios ha sido en las dos Castillas, Castilla-La Mancha (4,4%) y Castilla y León (4,3%), seguidas de Cataluña, Aragón y Cantabria (4,2%).
Este comportamiento de la inflación, que más que dobla el objetivo del 2%, va ha dejar huella, además de en los bolsillos de los ciudadanos, en las cuentas del Estado y de las empresas, que tendrán que desembolsar un buen pellizco -más de tres mil millones la Seguridad Social y una cifra todavía sin cuantificar las empresas- para compensar a los trabajadores y pensionistas por la desviación.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer desde la cumbre de la Unión Europea de Bruselas, que a pesar de la fuerte subida de los precios ni los salarios ni las pensiones han perdido poder adquisitivo. Según los datos que maneja el Gobierno el poder adquisitivo de los salarios aumentó un 1,4% en los dos primeros trimestres del año, «lo que no sucedía desde hacía varios años y como consecuencia del aumento de la productividad». Recordó que la mayoría de los trabajadores tienen convenios con cláusulas de revisión salarial, en un mecanismo similar al que tienen las pensiones.
ABC, SÁBADO_15_12_2007

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