jueves, 27 de diciembre de 2007

El enfriamiento económico provoca una fuerte caída del consumo en Navidad

CARMEN LLORENTE
MADRID.- La campaña de Navidad, la más importante del año para los comercios, tanto grandes como pequeños -responsable de una cuarta parte de las ventas del año del sector minorista- no tiene el brío de ejercicios anteriores. La desaceleración económica comienza a hacer mella en el bolsillo de los consumidores españoles. Estos se han encontrado con que en estas fiestas disponen de un presupuesto mucho más ajustado que el año pasado por culpa de las fuertes subidas de los precios de los alimentos, de los costes energéticos y de los créditos e hipotecas y no tienen más remedio que reducir sus compras.
Las primeras víctimas de la contracción del consumo están siendo las tiendas pequeñas y comercios tradicionales, que ya han alertado de una fuerte caída de las ventas en el último trimestre, especialmente en noviembre y diciembre.
«Las expectativas de la campaña navideña no se están cumpliendo. Vamos a tener retrocesos de ventas en prácticamente todos los sectores», aseguró ayer la Confederación Española del Comercio (CEC), quien habla de «un gran frenazo del consumo» que proseguirá durante 2008.
«La campaña navideña está siendo muy floja. No se recupera el tono perdido a la vuelta del verano. Estamos vendiendo menos que el año pasado», afirma Ricardo Lage, secretario general del la patronal de comercios de Madrid, Cecoma, para quien está claro que la desaceleración económica ya ha golpeado al consumo.
La actividad comercial minorista también se ha debilitado en la otra gran capital española: Barcelona, donde las pequeñas superficies comerciales también acusan una clara caída de sus ingresos.

Comprar más barato
«Durante la actual campaña navideña hay mucha afluencia de público en los comercios, grandes y pequeños, pero se vende menos. A la hora de comprar los consumidores miran el precio y se llevan aquello que cueste menos», asegura el secretario general de Cecoma.
Las primeras grandes víctimas de la caída del consumo está siendo el sector de equipamiento para el hogar: muebles, electrodomésticos y ropa de casa. Los pequeños comercios además, están percibiendo una clara desaceleración de las ventas en alimentación, especialmente en los productos de mayor calidad y precio.
La desaceleración económica y la climatología -el invierno está siendo más cálido que habitualmente- están golpeado con fuerza las ventas de calzado y ropa de abrigo, muy especialmente de los productos de piel y cuero.
La desaceleración del consumo también se está notando con contundencia en las joyerías. «Los comerciantes han reducido al máximo su oferta: por un lado, por el aumento de robos que está sufriendo el sector y por otro, por la sencilla razón de que venden mucho menos», explica Ricardo Lage.
Mientras el pesimismo domina a los pequeños comercios, que representan el 80% del total del consumo minorista en España, las grandes superficies se resisten a hablar de desaceleración de la actividad. Anged, la patronal que integra entre otros a El Corte Inglés, Carrefour, Ikea, Alcampo, C&A, Cortefiel, Grupo Eroski, Fnac, Ikea, Leroy Merlin, Media Mark y Toys'R'Us indicó ayer que los datos provisionales apuntan a que la campaña navideña se cerrará con una incremento de las ventas de entre el 4% y 5%, según las estimaciones provisionales. «Son cifras mejores de las que esperábamos», afirmó un portavoz de la patronal. Sin embargo, en términos reales, descontando la inflación, que se sitúa en el 4,1%, estaríamos hablando de un claro estancamiento de la actividad.
Las grandes superficies, ante la previsión de una posible caída del consumo durante estas navidades, han preparado la actual campaña intensificando sus ofertas en alimentos, electrónica y productos de vestir, principalmente, con el fin de atraer al consumidor a sus centros y mantener los ingresos.
Desde Nochebuena hasta los Reyes Magos, cada hogar español -con una media de 2,7 personas- se gastará 951 euros, lo que supone un aumento del 5,1% con respecto a las navidades pasadas, según un reciente informe realizado por la consultora Deloitte, en el que destaca que el desembolso en alimentos esta Navidad se disparará un 71,5%, hasta 374 euros, debido a la fuerte subida de los alimentos, lo que irá en detrimento de los regalos.
Según las estimaciones de la consultora, este año el gasto en regalos por hogar se reducirá hasta 383 euros, un 26,2% menos que en 2006, mientras que el 20% restante (194 euros) se destinará a ocio.


EL MUNDO, Jueves 27 de diciembre de 2007

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