viernes, 23 de mayo de 2008

La subida del petróleo nos ahoga a todos

Juan F.Cía
A nadie se le escapa que lo que ocurre en el mundo depende en gran medida de lo que sucede con el 'oro negro'. Ese líquido espeso llamado petróleo que influye en la vida diaria de todos los ciudadanos del mundo. Gasolina por las nubes, cuotas hipotecarias más altas, billetes de avión más caros... Un horror. El último dato sobre el precio del barril de Brent -de referencia en Europa- asusta a cualquiera: por primera vez superó la barrera de los 135 dólares.
Y lo peor está por llegar. El banco de inversión Goldman Sachs y el financiero T. Boone Pickens, una de las voces más autorizadas en los mercados petrolíferos, señalan que el precio del crudo puede alcanzar entre los 141 y 150 dólares este año. No es ninguna locura: a comienzos de 2007 el barril no superaba los 50 dólares y el pasado mes de abril se situaba en los 101,70 $. En algo más de un año, su valor se ha disparado por encima del doble.
Las dos razones fundamentales son la creciente demanda -todos consumimos petróleo y cada vez más- y la debilidad del dólar, que fomenta el consumo de activos como el crudo que se pagan en moneda estadounidense. Sobre todo por aquéllos que se ven favorecidos por la fuerza del euro.
Y al final paga el 'pato' el de siempre: el que tiene coche y pone gasolina cada semana, el que tiene una hipoteca, el que viaja y paga un billete de avión de una aerolínea a la que el queroseno le cuesta más caro... Un agobio.
Si sube el crudo, el gasto anual en gasolina aumenta. Y la verdad es que empieza a crecer de una forma escandalosa. Desgraciadamente los coches se mueven si se les da de 'comer' y eso nos afecta a todos. Los precios del gasóleo y la gasolina establecieron esta semana su quinto récord consecutivo, rompiendo ambos carburantes la barrera de los 1,2 euros por litro en España.
El gasóleo se ha situado en 1,269 euros, con lo que acumula una subida del 17,3% desde comienzos de año. En el caso de la gasolina, el precio del litro ha superado por primera vez los 1,2 euros y acumula un encarecimiento del 8,1% en lo que va de 2008.
Durante el pasado puente de mayo, llenar el depósito le costó a cualquier español 12 euros más que hace un año. Los datos del Boletín Petrolero de la UE confirmaba que en los últimos doce meses el precio del litro de gasóleo pasó de los 94,6 céntimos de euro el 30 de abril de 2007 a los 1,169 euros del pasado 21 de abril -un 23,5% más-. A finales de 2007, el 'lleno por favor' costaba 9 euros más que en 2006.

El calvario de las hipotecas
De nuestro bolsillo no sólo sale más dinero para carburante. Las hipotecas se están convirtiendo en una pesada carga para las familias españolas. El elevado precio del 'oro negro' aumenta la inflación y el Banco Central Europeo utiliza el aumento de los tipos de interés para controlar ese indicador en toda la zona euro. Eso incrementa la cuota mensual de todas las hipotecas con tipo variable.
España es uno de los países que con más fuerza contribuye a la inflación europea. Su tasa anual se situó en el 4,2% en el mes de abril, un descenso de cuatro décimas con respecto a marzo -4,6%-. Esta tasa fue la más baja que se registraba en los cinco últimos meses. En concreto, desde noviembre de 2007, cuando el IPCA alcanzó el 4,1%. Además, fue el primer descenso después de siete meses de subidas consecutivas. Entre diciembre de 2007 y marzo de este año, el indicador se movió entre tasas del 4,3% y 4,6%.
En marzo de 2006, el Euríbor estaba situado en el 3,105%, su nivel más alto desde octubre de 2002. Traducido al lenguaje común de los mortales, la cuota mensual se aumentaba en 45 euros. El último dato conocido el pasado jueves colocó el indicador en el 5% por primera vez desde diciembre de 2000. Un verdadero dolor de muelas.
Esta subida afectará a las hipotecas que se revisen en los próximos días, con un incremento de su cuota mensual de unos 60 euros -unos 720 euros más al año-.

Hasta pestañear cuesta más dinero
No sólo es la gasolina y las hipotecas. También suben, por ejemplo, el precio de los billetes de avión y los alimentos básicos. Todo está interconectado como si de una gran red conspirativa se tratara para que todos soltemos un euro más si es posible.
Las compañías aéreas también padecen el aumento del precio del petróleo. El queroseno se encarece y las empresas privadas no tienen entre sus objetivos perder dinero. Esa es la razón por la que los consumidores son los últimos perjudicados, que pagan la diferencia en sus pasajes.
Iberia, aerolínea española de referencia, informó a mediados de abril que el gasto de combustible aumentó un 25% con respecto al ejercicio anterior y que por esa razón había perdido 441.000 euros en el primer trimestre de 2008. Este aumento en el gasto influye directamente en el precio de los billetes.
Esta escalada del crudo también afecta a los productores, empresas de alimentación y organizaciones agrarias que se ven obligados a aumentar el precio de alimentos básicos como la leche, el pan, los huevos, el azúcar, el aceite, los cereales.
Una de las razones que lo explican es la producción de biocombustibles -energía a partir de la combustión de cereales, caña de azúcar o girasol- que desvía parte de las cosechas a la generación energética. El aumento de la demanda por el mayor consumo de países como China y la India junto al descenso de la oferta provoca que el precio se dispare.
Diario ADN, Viernes 23 de mayo de 2008

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