Y. G.MADRID. Los malos datos sobre la evolución de la economía española se suceden. Ayer conocimos que la confianza de los consumidores acumuló en enero su noveno mes consecutivo de caída situándose, de nuevo, en su mínimo histórico. Además, la producción industrial registraba una mala cifra en el último mes del año pasado, al apuntarse una caída del 2,5% respecto a diciembre de 2006. Y por último el índice PMI de gestión de compras revelaba ayer que la actividad de la economía española se desplomó en enero, contrayéndose a un ritmo que no se había registrado desde los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Pese a todas estas cifras, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, aseguraba que el Gobierno no está preocupado porque ya era consciente en el mes de junio que se iba a producir una desaceleración. Reconoció, eso sí que el contexto es más complicado ahora que a comienzos del verano pero se mostró confiado en que la economía española pueda hacer frente a esta situación, como ya lo hizo en 2002. Entonces hubo una marcada desaceleración, también en el entorno internacional, «y la economía española saltó bien ese bache», argumentó. A su juicio, el Gobierno ha preparado a la economía española desde el comienzo de la legislatura para afrontar una posible desaceleración.
Descenso de 20 puntos
Según los datos del Instituto de Crédito Oficial, la confianza de los consumidores descendió en enero 1,4 puntos respecto al mes precedente, con lo que acumula un descenso de casi veinte puntos en un sólo año, y se sitúa en los 70,9 puntos, la cifra más baja desde que se creó el índice en 2004.
La caída de la confianza por noveno mes consecutivo se debe sobre todo al retroceso del indicador parcial de la situación actual, especialmente en los componentes de empleo y economía española. El ICO señala que el mantenimiento de la senda descendente en este indicador apunta a una moderación del crecimiento del consumo privado y del PIB durante 2008, aunque destaca la mejora del indicador de expectativas que, a su juicio, sugiere que dicha moderación del consumo será gradual. En este sentido, el presidente del organismo, Aurelio Martínez, afirmó ayer que es previsible una mejora en la percepción de los consumidores sobre la economía a partir de marzo, si bien matizó que es una conclusión «subjetiva» y no entró a valorar si dependerá del resultado en las urnas el día 9 de ese mes.
Tampoco son positivos los datos de producción industrial, según reconoció el secretario de Estado de Economía. La caída de los dos últimos meses del año puede truncar, según los expertos, las expectativas del Gobierno de que la industria releve a la construcción como motor de crecimiento y creación de empleo.
ABC, Miércoles 6 de febrero de 2008
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