martes, 19 de febrero de 2008

EE.UU. retira setenta millones de kilos de carne de vaca

ANNA GRAU, CORRESPONSAL NUEVA YORK
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) ordenó a principios de mes retirar del mercado casi 70 millones de kilos de carne de vaca. Es la mayor retirada de carne en toda la historia del mercado americano. La empresa Hallmark/Westland Meat Parking Co, situada en California, está siendo investigada por «trato inhumano» a los animales y por violar normas de inspección sanitaria.
Una vaca incapaz de tenerse en pie no se considera apta para ir al matadero porque es mucho más propensa a sufrir varias infecciones, entre ellas el mal de las «vacas locas». Un vídeo grabado por un particular muestra a varios operarios de Hallmark/Westland obligando a varias vacas evidentemente enfermas a andar, empujándolas con hoces y echándoles manguerazos de agua.
El escándalo está servido, entre otras cosas porque es evidente que mucha carne sospechosa ya ha sido consumida. Se estima que un 35% fue a comedores escolares y una gran mayoría a restaurantes chinos. Pero tampoco hay modo de saber cuánta carne de Hallmark/Westland se apila ahora mismo en los supermercados americanos. Las normas para vender carne empaquetada no obligan a especificar la planta de procedencia.
Por otro lado, la misma USDA advierte de que el peligro para la salud, de haberlo, es muy limitado. Ni siquiera hay evidencias de que hubiera carne contaminada, sólo de que la empresa se saltó algunos controles. Algo que los mismos empresarios deploran y prometen que no sucederá nunca más.
Sanciones ejemplares
Steve Mendell, el presidente de la compañía, ha escrito una especie de carta pública donde se manifiesta «horrorizado» por el vídeo, promete sanciones ejemplares contra los trabajadores, se pone a disposición de la USDA para lo que haga falta y da infinitas garantías de que en sus plantas todo es, en general, impecable. Más le vale ser persuasivo, porque existe un precedente horroroso: hace diez años, en plena psicosis por el mal de las «vacas locas», la influyente telepresentadora Oprah Winfrey dijo en directo en su programa que ella se lo pensaría «mucho» antes de comerse otra hamburguesa. La industria cárnica de Texas culpó a Winfrey de sus cuantiosas pérdidas y la llevó a juicio. Ganó ella y ellos perdieron. En el país de la hamburguesa, no se juega con la carne de vaca. Ni media broma.
ABC, Martes 19_2_2008

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