lunes, 12 de octubre de 2009

De la huerta directamente a la nevera

La crisis está revolucionando el mercado gastronómico y cada vez más productores y consumidores se decantan por un nuevo sistema de relaciones comerciales en el que se prescinde de los intermediarios.
JULIA PÉREZ
Todo indica que estamos ante el final de un ciclo. Las crisis sirven para eso, para poner las cosas en su sitio. En economía, en política, en gastronomía... las tendencias cambian a un ritmo vertiginoso. Se acabó “el todo vale”, lo que hace unos años era genial ha perdido fuerza, las burbujas se han desinflado. Después de tantos excesos los consumidores tienen la sensación de que han sido engañados. Los productos auténticos suben enteros, se buscan alimentos que sepan a lo que son y que cuesten su justo precio, no tres veces más de su valor. Despacio, pero de forma implacable, se impone una conciencia ecológica, serena y nada radical, que se parece mucho al sentido común. Se buscan sabores auténticos: ¡ Mi reino por un tomate!.
En este escenario, productores y consumidores de todo el mundo plantan cara a los intermediarios, considerados por muchos los únicos beneficiarios de un sistema comercial rígido que sólo les favorece a ellos. Agricultores, ganaderos, cooperativas y asociaciones de consumidores se unen y lanzan alternativas cada vez más populares y exitosas. La red facilita la comunicación entre compradores y vendedores y los modernos sistemas de transporte hacen el resto. En 24 horas, los pedidos cursados por teléfono o vía informática son despachados a cientos de kilómetros del punto de origen: frutas, verduras, pescados, carnes, conservas. De todo hay en el ciberespacio, sólo hay que saber buscar y estar atento, sólo hay que saber buscar y estar atento. Pero también surgen otras propuestas válidas como la que ha planteado Coag (Coordinadora de Asociaciones de Agricultores y Ganaderos) un proyecto, aún sin fecha, para crear en Madrid un espacio de venta directa para sus asociados.
El pasado también sirve como fuente de inspiración. Hace más de 10 años una empresa de la Comunidad de Madrid, Ganadería Priégola, olfateó las posibilidades que se derivaban de la venta directa, un sistema que había caído en desuso. Los camiones de reparto de Priégola recorren la región dejando leche fresca, nata y productos lácteos cada día en la puerta de los clientes...vamos, lo que hacían los lecheros de toda la vida, pero además están presentes en algunos supermercados y tiendas gourmets, lo que demuestra que ambas vías son compatibles. Además, a través de Priégola Selección distribuyen a sus clientes productos cárnicos seleccionados. Los pedidos se realizan a través de internet (http://www.priegola.com/) o por teléfono (91.815.17.02).
Venta a Domicilio. En Galicia, la agrupación agroalimentaria de la comarca de Eume ha puesto de acuerdo a sus socios para que comercialicen sus productos directamente a través de su web (http://www.agroalimentaria/doeume.org) . Bajo el eslogan “de nuestra huerta a tu puerta” venden directamente buenos quesos, mermeladas, mieles y algunos productos hortofrutícolas como los grelos. También las cofradías de pescadores gallegos se han unido en http://www.lonxanet.com/ para ofrecer a los consumidores los mejores pescados y mariscos de sus costas. Se definen como una empresa de economía solidaria que dedica el 50% de sus beneficios a obras de carácter social y medioambiental del sector pesquero artesanal. Los pedidos mínimos son de 50 € más portes y se realizan por teléfono (981 14 88 14). El pago, como en la mayoría de los casos, es por transferencia o contra reembolso, ya que son muy pocos los portales que tienen habilitados sistemas de pago por internet.
Recatpe (http://www.recapte.es/) es una empresa de cultivos hortofrutícolas de Lérida que ha encontrado en la red la mejor forma de hacer llegar sus propuestas al gran público. Para ello prepara cajas surtidas de hortalizas, de frutas o mixtas, cultivadas sin aditivos químicos, que el consumidor puede comprar desde su ordenador una vez que se ha registrado.

METROPOLI – EL MUNDO, nº 279 viernes 10 de septiembre de 2009

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