martes, 7 de julio de 2009

Así se hace una hamburguesa. McDonald´s invita a los consumidores a conocer los entresijos de su fábrica de Toledo

TATIANA FERRANDIS
No hace falta ser un devorador de hamburguesas para tener una curiosidad voraz por conocer los entresijos de una de las fábricas de esta cadena de “fast food” con presencia en ciento veinte países. McDonald´s organiza visitas guiadas a sus clientes para ver las instalaciones de ESCA Food Solutions en Toledo, así que si le apetece ser uno de sus “testigos de calidad”, saber dónde y cómo se elaboran las hamburguesas que comemos en los locales de España y Portugal, puede inscribirse en la página web http://www.ingredientesdeverdad.com/.
Sin aditivos.
Sepa que para recorrer la planta es obligatorio el uso de un mono, así como llevar mascarilla, gorro, patucos, que cubren los zapatos, y pasar con las manos perfectamente desinfectadas. El consumidor comprueba aquí que las hamburguesas son cien por cien carne de vacuno procedente de las granjas de la UE, sobre todo, de explotaciones de nuestro país. En cuanto a las piezas seleccionadas, son los cuartos delanteros y las faldas deshuesadas a mano sin añadir aditivos, conservantes ni colorantes. Según la legislación, este tipo de elaboraciones no debe de tener más de un 20 por ciento de grasa. Así, al terminar, por ejemplo, una partida de carne picada, unos sensores la analizan y establecen el porcentaje que posee. Si tiene más de lo establecido, añade carne congelada magra para rebajar los límites legales. En caso contrario, se añade más grasa.
Otro detalle: el proceso de elaboración está automatizado, así que, además de controlar los niveles de humedad, proteína y colágeno, existe un sistema de eliminación de partes duras, huesos y ternillas; luego, la carne pasa por un tunes donde se ultracongela a una temperatura de menos de 18 grados. Antes de ser envasadas, las hamburguesas también pasan por un detector de metales y, para garantizar la calidad, los expertos toman muestras aleatorias que permiten comprobar su apariencia, sabor y consistencia cocinándolas en unos equipos iguales que los utilizados en los restaurantes.
Que el consumidor siga una dieta equilibrada es uno de los objetivos de la cadena. De ahí que haya creado el lema “Es lo que como y lo que hago” que pretende que el consumidor encuentre su propio nivel de equilibrio de energía. Es decir, comer la misma cantidad de calorías que utiliza durante el día. Por eso encontrará la información calórica de los menús en http://www.mcdonaldsmenu.info/.
Bocados que, antes de degustarlos, han pasado por el Food Studio, un centro de investigación asesorado por el chef Coulter. Situado en Múnich, en él se testan los nuevos productos que luego los europeos nos comemos según nuestros gustos. Buen apetito.

LA RAZÓN, Miércoles 8 de julio de 2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece una medida muy buena que los clientes podamos visitar el lugar donde se elaboran las hamburguesas, ya que hay muchos rumores que dicen que la carne que utilizan es de mala calidad, o que no es de vacuno.
Yo creo que estos rumores no son ciertos, porque, aunque sea comida rápida, los controles de calidad que tiene que pasar son muy exhaustivos, ya que es un producto muy demandado por el consumidor, y sobre todo por muchos adolescentes.